lunes, 9 de diciembre de 2019

MAS DE 80 AÑOS DE MEMORIA PROHIBIDA



El 19 de julio de 1924, a la mañana, la policía rodeó la Reducción Aborigen de Napalpí, de población toba y mocoví, y durante 45 minutos no dejaron descansar los fusiles. Los asesinados fueron más de 200 aborígenes que reclamaban una paga justa para cosechar el algodón de los grandes terratenientes. Para justificar la matanza, la versión oficial esgrimió una «sublevación indígena». En 1895, la superficie sembrada de algodón en el Chaco era de sólo 100 hectáreas. 

En 1923, los sembradíos chaqueños de algodón ya alcanzaban las 50 mil hectáreas. El 12 de octubre de 1922, el radical Marcelo T. de Alvear había reemplazado en la presidencia a Hipólito Yrigoyen y el Territorio Nacional del Chaco ya se perfilaba como el primer productor nacional de algodón. Hacia allá intentaron ir los pobladores, pero el gobernador Centeno prohibió a los indígenas abandonar el Chaco. El 18 de julio, y con la excusa de un supuesto malón indígena, Fernando Centeno dio la orden. 

A la mañana del 19 de julio, 130 policías y algunos civiles partieron desde la localidad de Quitilipi hasta Napalpí. « Se produjo entonces la más cobarde y feroz carnicería,degollando a los heridos sin respetar sexo ni edad». El libro Memorias del Gran Chaco, de la historiadora Mercedes Silva, confirma el hecho y cuenta que el mocoví Pedro Maidana,uno de los líderes de la huelga, corrió esa suerte. « Los atacantes sólo cesaron de disparar cuando advirtieron que en los toldos no quedaba un indio que no estuviera muerto o herido. 

Entre hombres, mujeres y niños fueron muertos alrededor de doscientos aborígenes y algunos campesinos blancos que también se habían plegado al movimiento huelguista». 

El señor Luciano Sanchez, quien participó en el primer seminario de reflexión  El genocidio de los pueblos originarios en el Chaco santafe...