El señor Luciano Sanchez, quien participó en el primer
seminario de reflexión El genocidio de los pueblos originarios en el Chaco
santafesino ha confirmado su asistencia al Segundo seminario a realizarse el
día.
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El seminario no se suspende por mal
tiempo.El seminario no se suspende por mal
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No todo es como nos cuentan
sábado, 14 de diciembre de 2019
lunes, 9 de diciembre de 2019
MAS DE 80 AÑOS DE MEMORIA PROHIBIDA
El 19 de julio de 1924, a la mañana, la policía rodeó la Reducción Aborigen de Napalpí, de población toba y mocoví, y durante 45 minutos no dejaron descansar los fusiles. Los asesinados fueron más de 200 aborígenes que reclamaban una paga justa para cosechar el algodón de los grandes terratenientes. Para justificar la matanza, la versión oficial esgrimió una «sublevación indígena». En 1895, la superficie sembrada de algodón en el Chaco era de sólo 100 hectáreas.
En 1923, los sembradíos chaqueños de algodón ya alcanzaban las 50 mil hectáreas. El 12 de octubre de 1922, el radical Marcelo T. de Alvear había reemplazado en la presidencia a Hipólito Yrigoyen y el Territorio Nacional del Chaco ya se perfilaba como el primer productor nacional de algodón. Hacia allá intentaron ir los pobladores, pero el gobernador Centeno prohibió a los indígenas abandonar el Chaco. El 18 de julio, y con la excusa de un supuesto malón indígena, Fernando Centeno dio la orden.
A la mañana del 19 de julio, 130 policías y algunos civiles partieron desde la localidad de Quitilipi hasta Napalpí. « Se produjo entonces la más cobarde y feroz carnicería,degollando a los heridos sin respetar sexo ni edad». El libro Memorias del Gran Chaco, de la historiadora Mercedes Silva, confirma el hecho y cuenta que el mocoví Pedro Maidana,uno de los líderes de la huelga, corrió esa suerte. « Los atacantes sólo cesaron de disparar cuando advirtieron que en los toldos no quedaba un indio que no estuviera muerto o herido.
Entre hombres, mujeres y niños fueron muertos alrededor de doscientos aborígenes y algunos campesinos blancos que también se habían plegado al movimiento huelguista».
Es presidente de la Fundación
Napalpí, organización creada con el fin de continuar con la investigación
y que se difunda lo que ocurrió el 19 de julio de 1924, uno de los
capítulos más sangrientos de la historia chaqueña. El fallecimiento de
Melitona Enrique en 2008 fue un golpe duro, ya que hasta entonces era la
única sobreviviente, sin embargo este año, a fines de
octubre, el historiador y docente Juan Chico se reunió con Rosa Grillo y
su familia en Colonia Aborigen, lugar donde antiguamente se encontraba
Napalpí, para confirmar la gran noticia. El hallazgo es clave para la
causa judicial que se inició en 2014, dado que sería hasta el momento la
única persona que puede testimoniar lo que vio.
Su hija contó que la anciana siempre recuerda lo
sucedido durante la masacre y que siendo niña pudo escapar junto a su madre
Antonia. Durante el encuentro, la familia contó que ella siempre
recuerda la presencia del avión durante esos días de julio de 1924 y los
caramelos que arrojaban como señuelo, hecho que quedó en su memoria porque
era la primera vez que observaba una situación como esa. Además contó que
esa mañana cuando salieron a juntar los caramelos sintieron el estruendo y la
gente empezó a caer herida, su mamá y tíos la tomaron y se la llevaron al
monte y así fue como pudieron salvarse. Tuvieron que refugiarse durante
varios días y noche sin alimentos, hasta que pudieron escaparse y
refugiarse en Machagai.
« Ellos no podían cambiar los vales de comida
que le daban los patrones para abastecerse en su misma proveeduría. » «
Tenemos que tener respeto hacia el otro, porque todos somos seres
humanos», concluye. Se espera el testimonio de Rosa La Fiscalía Federal
fue notificada también del hallazgo de Rosa Grillo y oportunamente la convocará
a prestar testimonio en la investigación que se está llevando adelante y que
promueve un juicio por la verdad.
También la justicia pudo tomar el testimonio de
Mario y Sabino Irigoyen, hijos de Melitona Enrique, de la comunidad
qom y sobreviviente de Napalpí cuando tenía 23 años. Allí se estudia la
posibilidad de realizar exhumaciones que aporten información relevante para la
investigación judicial. Una represión sangrienta El motivo de la represión
fue la negativa a ser mano de obra esclava, denunciar maltratos
y, también, el ser indígena. En 1922, el radical Marcelo
T. de Alvear había reemplazado en la presidencia a Hipólito
Yrigoyen.
La Reducción Aborigen de Napalpí era un espacio
de sometimiento donde los indígenas eran obligados a trabajar en condiciones de
semiesclavitud. Y planeaban marchar a los ingenios azucareros de Salta y
Jujuy. Pero el gobernador Fernando Centeno les prohibió abandonar Chaco
y, ante la persistencia indígena, ordenó la represión. El
argumento oficial fue una supuesta ‘sublevación’ indígena.
El 19 de julio unos 130 policías y civiles
rodearon a los grupos en huelga y dispararon con rifles durante 45
minutos. « Parece que los criminales se hubieran propuesto eliminar a
todos los que se hallaron presentes en la carnicería del 19 de julio, para
que no puedan servir de testigos». « Se produjo la más cobarde y feroz
carnicería, degollando a los heridos sin respetar sexo ni edad». «La
discusión pública debe preguntarse por qué el funcionamiento
estatal, cuando refiere a pueblos indígenas, promueve recurrentemente
acciones represivas», expresa Musante.
Retrato
de un historiador
Juan Chico es qom, nacido y criado en
Napalpí, hoy Colonia Aborigen. Escribió el libro
Napalpí. Recuerda que las comunidades siguen peleando para que el lugar se
vuelva a llamar Napalpí y valora que en el Chaco se hable cada día más de la
masacre de indígenas.
El recuerdo
de Melitona
Juan Chico
definió a Melitona Enrique como una «valiente», y no es para menos.
Melitona Enrique murió en 2008 a los 107
años, y hasta hace unos días era la última sobreviviente de la Masacre en
fallecer, idea que dio un giro tras conocerse la noticia de Rosa
Grillo. Cuando Melitona tenía 23, sobrevivió a la masacre de
Napalpí, y recién en 2007, y a pocos meses de su muerte, pudo
contar lo sucedido. De esa manera, la anciana echó por tierra la
versión oficial que había negado la matanza y responsabilizó a las víctimas de
generar una sublevación. Estuvo días sin comer ni beber, desnutrida,
deshidratada, herida, arrastrándose.
Siguió escondida por los bosques hasta que pudo
llegar a Quitilipi, aunque luego volvería al paraje que la vio
nacer. En homenaje a Melitona, cada 13 de noviembre se conmemora el
Día Provincial de la Mujer Indígena, instaurado por ley provincial N° 7702.
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